Telemedicina: La clave para la autonomía y la confianza en el tratamiento de las adicciones

Mientras la epidemia de opioides en la nación continúa devastando a familias y comunidades en todo el país, con más de 100,000 estadounidenses muriendo por sobredosis de drogas cada año, el estigma sigue siendo una barrera para que muchas personas accedan al tratamiento para la adicción.

Un nuevo estudio de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón sugiere que la telesalud puede ser un antídoto importante para superar el estigma y reducir las barreras para las personas que buscan el tratamiento que necesitan.

El estudio, publicado recientemente en la revista *Harm Reduction Journal*, recopiló entrevistas a profundidad con 30 personas tratadas por trastorno por uso de sustancias en OHSU desde marzo de 2020 hasta diciembre de 2021. Debido a la pandemia de COVID-19, las regulaciones federales facilitaron la posibilidad de que las personas ingresaran al tratamiento a través de visitas virtuales durante ese tiempo, en lugar de tener que visitar una clínica en persona.

“Uno siente que lo están mirando o juzgando todos, y la telesalud puede reducir esa sensación, ya sea real o percibida”, dijo la autora principal, **Ximena Levander, M.D.**, profesora asistente de medicina (medicina interna general y geriatría) en la Escuela de Medicina OHSU. “La telesalud puede reducir esa barrera”.

Los pacientes informaron que apreciaban la sensación implícita de autonomía y confianza que implicaba poder conectarse con los médicos a través de visitas por video o teléfono. Los pacientes recibieron recetas para buprenorfina, un agonista parcial del receptor opioide que inhibe los síntomas de abstinencia de opioides.

Los coautores identificaron cuatro temas entre los pacientes entrevistados en el estudio:

• Autonomía: La telesalud ofrece un mejor control sobre el entorno del tratamiento.
• Centrado en el paciente: La preocupación por el estigma y la privacidad puede tener dos caras: en algunos casos, los pacientes preferían las visitas en persona, especialmente si viven en entornos congregados donde otros pueden ver u oír su visita virtual.
• Distanciamiento social: La distancia social de la telesalud presenta una oportunidad para reducir o empeorar las percepciones de estigma por parte de los médicos, especialmente si los pacientes perciben que el médico no está prestando plena atención o no está manteniendo contacto visual.
• Flexibilidad: Los pacientes informaron que la flexibilidad de la telesalud se tradujo en percepciones de mayor confianza y respeto por parte de los médicos.

“Nuestros resultados respaldan un enfoque de atención más individualizado, en el que los pacientes pueden elegir si reciben atención en persona o mediante telesalud”, escriben los autores. “Dado que los aspectos de la telesalud y el tratamiento en persona dejaron a algunos participantes sintiéndose juzgados por sus médicos, nuestros hallazgos también ponen de relieve la necesidad de explorar más a fondo cómo los médicos perpetúan el estigma a través de programas basados en telesalud, y cómo la capacitación y las pautas clínicas podrían mediar esto”.

Además de Levander, los coautores de OHSU incluyeron a **Jessica V. Couch, Mackenzie Whitcomb, M.D., Bradley M. Buchheit, M.D., David A. Dorr, M.D., Darren J. Malinoski, M.D., Todd Korthuis, M.D.** y **Sarah S. Ono, Ph.D.**

La investigación fue apoyada por la Agencia de Investigación y Calidad de la Atención Médica, subvención K12 HS026370, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de los Institutos Nacionales de Salud, subvenciones UH3DA044831, UG1DA015815 y el Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales de los Institutos Nacionales de Salud, subvención UL1TR002369; y una subvención inicial a través de la División de Medicina Interna General de la Sección de Medicina de Adicciones de OHSU.