Un nuevo estudio ha revelado hallazgos sorprendentes sobre la contaminación por mercurio: de dónde proviene y cómo se mueve a través del medio ambiente varía significativamente según el ecosistema. En regiones más secas, la mayor parte del mercurio se deposita a través de la lluvia y la nieve. En áreas más húmedas y boscosas, el mercurio gaseoso del aire se adhiere a las hojas, que luego caen y transportan la toxina al suelo.
Científicos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, el Servicio de Parques Nacionales, el Club de Montañas Apalaches y participantes del público hicieron este descubrimiento al examinar un indicador inesperado: las libélulas. Sus hallazgos fueron publicados hoy en la revista Environmental Science & Technology.
La contaminación por mercurio es una preocupación global, proveniente tanto de fuentes naturales como de actividades humanas. El mercurio se acumula en los organismos vivos, concentrándose más a medida que asciende en la cadena alimentaria de los animales más pequeños a los más grandes. La toxina puede dañar tanto a los humanos como a los animales, dañando el desarrollo del cerebro en los jóvenes, afectando la salud de los adultos e interfiriendo con la reproducción.
El estudio utilizó el Proyecto de Mercurio de Libélulas, un programa nacional que trabaja con participantes del público para recolectar larvas de libélulas para el análisis de mercurio. Científicos ciudadanos y voluntarios comunitarios en 150 Parques Nacionales ayudaron a recolectar y medir larvas de libélulas de más de 750 sitios, convirtiendo una actividad divertida al aire libre en datos científicos valiosos. Las muestras se analizaron utilizando un instrumento de última generación capaz de detectar diferentes tipos de mercurio en larvas de libélulas. La firma química del mercurio de diferentes fuentes es tan única como una huella digital y se puede utilizar para revelar cómo llegó el mercurio al área. Este esfuerzo colaborativo puede ayudar a informar las decisiones de gestión de recursos al mismo tiempo que mejora la conciencia pública sobre los problemas ambientales.
Sarah Janssen, científica del USGS y autora principal del estudio, dijo: “Estos hallazgos innovadores han remodelado nuestra comprensión de la entrega de mercurio dentro de las tierras protegidas, particularmente en los ecosistemas secos. Al utilizar tecnología de vanguardia y trabajar con participantes del público, pudimos descubrir resultados sorprendentes que tienen el potencial de cambiar la forma en que se monitorea y gestiona el mercurio a escala global”.
Si bien los estudios anteriores se han centrado en medir los niveles de mercurio en peces y aves, investigaciones recientes demuestran que las larvas de libélulas son un indicador más rentable, accesible y generalizado de la contaminación por mercurio. Como larvas, las libélulas se encuentran en casi todos los hábitats acuáticos, incluidas áreas donde los peces son raros, como los desiertos. Comprender cómo se mueve el mercurio a través de diferentes ecosistemas es fundamental para predecir cómo las concentraciones en los organismos responderán a la disminución de las emisiones de mercurio.
Richard Haeuber, científico de la división de aire limpio y energía de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, dijo: “Este estudio mejora significativamente nuestra comprensión de cómo varios ecosistemas reciben el mercurio atmosférico. Proporciona a las agencias de gestión de recursos nuevas ideas para alinear y optimizar mejor sus métodos de monitoreo en función de las fuentes y vías primarias de mercurio en ubicaciones específicas “.
Las implicaciones de este estudio se extienden más allá de las fronteras de los Estados Unidos, ya que los hallazgos pueden informar los esfuerzos globales para abordar la contaminación por mercurio en virtud de la Convención de Minamata. Este tratado internacional tiene como objetivo proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos nocivos del mercurio y podría beneficiarse de las perspectivas sobre la deposición de mercurio específica de cada ecosistema y el uso de las libélulas como herramientas de monitoreo global.
Como complemento de estos hallazgos, los científicos descubrieron recientemente niveles sorprendentemente altos de mercurio en las libélulas del desierto, desafiando las suposiciones previas de que las regiones áridas tenían un bajo riesgo de contaminación por mercurio. Esto destaca la importancia de estudiar más a fondo las regiones áridas para el mercurio y el ciclo de contaminantes.
Colleen Flanagan Pritz, ecóloga del NPS y coautora del estudio, enfatizó las implicaciones más amplias de estos hallazgos para las tierras del parque:
“Los parques nacionales no solo son símbolos icónicos de nuestro patrimonio natural, sino también refugios críticos para la biodiversidad. Al involucrar al público en la recopilación de datos para este estudio novedoso en parques, hemos obtenido información invaluable sobre los impactos de la contaminación por mercurio en estos ecosistemas y las herramientas para protegerlos. Este es un ejemplo brillante de cómo la ciencia ciudadana puede impulsar resultados de conservación significativos e informar la gestión de parques”.
A medida que los científicos continúan desentrañando las complejidades de la contaminación por mercurio en nuestro medio ambiente, las ideas inesperadas proporcionadas por las libélulas resaltan la importancia de la investigación colaborativa y el poder de la participación pública en la protección de los ecosistemas de nuestro planeta.
Si está interesado en participar en un próximo estudio del Proyecto de Mercurio de Libélulas, obtenga más información conectándose con su Parque Nacional local.
Revista
Ciencia y Tecnología Ambiental
Método de investigación
Análisis de datos/estadísticas
Asunto de investigación
Animales
Título del artículo
Los impulsores geográficos de la entrada de mercurio en las redes tróficas acuáticas revelados por isótopos estables de mercurio en larvas de libélulas
Fecha de publicación del artículo
16 de julio de 2024