La temperatura del hogar de la infancia y la conexión con la comunidad pueden ayudar a predecir cómo los residentes de los Estados Unidos ajustan sus termostatos, ofreciendo nuevas formas de fomentar la conservación de energía y combatir el cambio climático, según un estudio publicado el 3 de julio en la revista de acceso abierto PLOS Climate por Dritjon Gruda de la Universidad Nacional de Irlanda Maynooth y Paul Hanges de la Universidad de Maryland.
La mitad del uso anual de electricidad de los hogares de los EE. UU. se destina a la calefacción y la refrigeración, pero menos de la mitad de los propietarios ajustan sus termostatos para ahorrar energía durante todo el día. Reducir el consumo de energía residencial (que ocupa el 21% del gráfico de energía de los EE. UU.) es, por lo tanto, una estrategia prometedora para frenar el consumo nacional de energía y quemar menos combustibles fósiles. Pero primero, los científicos buscan una forma confiable de proporcionar evidencia a los legisladores para incentivar la conservación de energía en el hogar.
Para investigar por qué los adultos estadounidenses calientan y enfrían sus hogares de la forma en que lo hacen, Gruda y Hanges encuestaron a 2,128 participantes, quienes informaron la configuración promedio del termostato de invierno en sus hogares actuales y de la infancia. También calificaron su conexión emocional con sus comunidades actuales, una métrica conocida como “ajuste comunitario”. Los investigadores controlaron la edad, el género y los ingresos del hogar, y los participantes fueron representativos de la población de los EE. UU.
Los resultados indicaron que las temperaturas del hogar de la infancia predijeron positivamente las temperaturas de su hogar actual. Por ejemplo: de las personas que viven en lugares con inviernos fríos como Nueva York, aquellos que crecieron en hogares más cálidos tienden a marcar sus termostatos más altos que aquellos criados en lugares más fríos.
Además, los investigadores observaron que los individuos con un fuerte sentido de pertenencia a la comunidad tenían más probabilidades de alinear la configuración de la temperatura de su hogar con otros en su comunidad. Por ejemplo: un neoyorquino con fuertes lazos comunitarios puede mantener su clima interior más fresco, mientras que alguien menos enamorado de la Gran Manzana puede subir la calefacción.
Estos resultados sugieren que “los legisladores pueden necesitar cambiar a campañas que resuenen profundamente con la identidad y los valores únicos de las comunidades individuales” para fomentar la conservación de energía, afirman los investigadores.
Los autores reconocen que la conexión con la comunidad puede no traducirse directamente en ahorros de energía, especialmente en las comunidades adineradas, y animan a los estudios longitudinales a abordar los ingresos del hogar y otros factores que contribuyen.
En resumen, los autores agregan: “El ajuste comunitario determina qué tan bajo establece su termostato durante el invierno y cuánta energía de calefacción ahorra”.
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En su cobertura, utilice esta URL para proporcionar acceso al artículo disponible gratuitamente en PLOS Climate: https://journals.plos.org/climate/article?id=10.1371/journal.pclm.0000407
Cita: Gruda D, Hanges P (2024) Baje el volumen para watt: el ajuste comunitario y la habituación al confort térmico predicen el consumo promedio de energía de calefacción en el hogar. PLOS Clim 3(7): e0000407.
Países de los autores: Irlanda, Estados Unidos
Financiamiento: Este trabajo fue apoyado por la Escuela de Negocios, Universidad de Maynooth, Irlanda (financiamiento inicial proporcionado a DG). Los financiadores no tuvieron ningún papel en el diseño del estudio, la recopilación y el análisis de datos, la decisión de publicar o la preparación del manuscrito. Financiación parcial para acceso abierto proporcionada por el Fondo de Publicación de Acceso Abierto de las Bibliotecas de UMD.
Diario
PLOS Climate
Método de investigación
Encuesta
Sujeto de investigación
Gente
Declaración de COI
Conflictos de intereses: los autores han declarado que no existen conflictos de intereses.