El cambio climático empuja a las especies de árboles hacia zonas más frías y húmedas.

Un nuevo estudio ha demostrado que el cambio climático probablemente está impulsando a las especies de árboles hacia regiones más frías y húmedas de su distribución geográfica.

La investigación, liderada por la Universidad de Alcalá (UAH), en España, e incluyendo investigadores de la Universidad de Birmingham, reúne datos de toda Europa y América del Norte para mostrar que las especies de árboles en el hemisferio norte están comenzando a volverse más densas en regiones más frías y húmedas.

El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) proporciona la primera evidencia cuantitativa de que el cambio climático está impulsando este cambio en el número de árboles de cada especie en los bosques templados a escala continental.

Los investigadores analizaron datos de más de dos millones de árboles, que representan 73 especies ampliamente distribuidas en Europa y Estados Unidos. Investigaron si los cambios en la densidad de los árboles podían atribuirse a características específicas de cada especie, como la tolerancia a las condiciones áridas o su capacidad de dispersión. Sin embargo, es importante destacar que el estudio no identificó ningún rasgo único de las especies de árboles como decisivo para estos cambios.

“Esta falta de un rasgo definitivo sugiere que la mayoría de las especies poseen cierto grado de capacidad de aclimatación”, dice Julen Astigarraga, de la UAH y autor principal del estudio.

Comprender cómo las especies forestales están respondiendo al cambio climático al aumentar su densidad en estas regiones más septentrionales es esencial para planificar la conservación, la gestión y la restauración de los ecosistemas.

“Algunas especies de árboles que se utilizan actualmente para la restauración de ecosistemas en Europa podrían dejar de ser adecuadas en estas regiones en el futuro próximo”, dice el coautor Dr. Thomas Pugh, de la Universidad de Birmingham y la Universidad de Lund. “Además, los programas de reforestación masiva planificados como solución para capturar y almacenar dióxido de carbono de la atmósfera podrían verse limitados en su eficacia si no tienen en cuenta estas respuestas”.

El estudio representó una colaboración internacional significativa, con científicos de 12 países, y análisis de datos de más de 125.000 parcelas forestales en Europa y América del Norte.

Adriane Esquivel Muelbert, experta en ecología forestal de la Universidad de Birmingham y coautora del artículo, dijo: “Este estudio requirió un esfuerzo internacional significativo para reunir y armonizar datos de muchas fuentes diferentes. Los datos de estos inventarios forestales son cruciales para avanzar en nuestra comprensión de la dinámica de los bosques y su resiliencia al cambio climático”.

El estudio fue financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España y por el proyecto TreeMort del Consejo Europeo de Investigación. Incluyó datos y análisis del Inventario Forestal Nacional Español, el Inventario Forestal Flamenco, el Inventario Paisajístico CzechTerra, la Red Finlandesa de Monitoreo de la Salud de los Bosques, el Inventario Forestal Holandés, el Inventario Forestal Nacional Polaco, el Inventario Forestal Nacional Sueco y el programa de investigación de Inventario y Análisis Forestal del Servicio Forestal de los Estados Unidos.

FIN

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Notas para el editor:

• La Universidad de Birmingham está clasificada entre las 100 mejores instituciones del mundo. Su trabajo reúne a personas de todo el mundo en Birmingham, incluidos investigadores, profesores y más de 8.000 estudiantes internacionales de más de 150 países.

• ‘Declive relativo en la densidad de las especies arbóreas del hemisferio norte en las regiones cálidas y áridas de sus nichos climáticos’ – Julen Astigarraga, et al es publicado por Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).