(Santa Bárbara, California) — Los arrecifes de coral, esas vibrantes ciudades submarinas, se encuentran al borde del colapso. Si bien el aumento de las temperaturas oceánicas y el blanqueamiento de los corales acaparan los titulares, un nuevo ensayo en Current Biology revela una capa oculta de complejidad en esta lucha por la supervivencia: el papel a menudo pasado por alto de los habitantes más pequeños de los arrecifes.
Los científicos han comprendido durante mucho tiempo la asociación vital entre los corales y sus algas simbióticas, pero el trabajo de investigadores de la UC Santa Bárbara y la Universidad de Georgia destaca cómo el destino de arrecifes enteros puede depender de la compleja interacción entre un elenco diverso de peces e invertebrados residentes. Estos inquilinos diminutos, resulta, pueden ser tanto héroes como villanos en el drama.
“Es como una ciudad bulliciosa al borde del abismo”, explicó el coautor Adrian Stier, biólogo marino de la UC Santa Bárbara. “Solo ahora nos damos cuenta de que es un campo de batalla microcósmico donde criaturas aparentemente insignificantes pueden marcar la diferencia entre que un arrecife prospere o sucumba a los impactos humanos”.
Tomemos, por ejemplo, el humilde pez damisela. Un estudio reciente publicado en PLOS ONE encontró que los corales habitados por estos pequeños peces tenían muchas más probabilidades de resistir y recuperarse de las olas de calor. Los investigadores sugieren que los peces proporcionan un impulso crucial de nutrientes a sus anfitriones de coral, fertilizándolos efectivamente con sus desechos ricos en amoníaco. Este hallazgo se hace eco de un trabajo similar publicado en Global Change Biology, donde se demostró que los peces damisela ayudan a los corales a resistir el blanqueamiento al fomentar la simbiosis entre los corales y sus zooxantelas fotosintéticas.
Pero no se trata solo de aumentar los recursos. Otro estudio, también publicado en PLOS ONE, reveló que ciertos peces damisela territoriales actúan como guardaespaldas de los corales, protegiendo sus hogares de los depredadores y permitiendo que los corales gasten menos energía en defensa y más en crecimiento y supervivencia.
“Esta nueva investigación sirve como un poderoso recordatorio de que incluso las criaturas más pequeñas pueden desempeñar un papel importante en la salud de nuestro planeta”, dijo Stier.
Sin embargo, no todos los residentes de los corales son tan benévolos. El ensayo también destaca el lado más oscuro de estas microrrelaciones. Los caracoles parásitos, como los que aparecen en un estudio de Nature Ecology & Evolution, pueden debilitar a sus anfitriones de coral, haciéndolos más susceptibles al blanqueamiento. Otras criaturas, como el caracol vermetido investigado en un estudio publicado en Ecology, pueden alterar el delicado equilibrio del arrecife, compitiendo con los corales por espacio y recursos.
Incluso los cangrejos, a menudo elogiados por sus servicios de limpieza, pueden pasar de ser útiles amas de casa a dañinos acaparadores. La investigación en Coral Reefs reveló que bajo estrés de calor extremo, ciertas especies de cangrejos se vuelven agresivas, luchando entre sí y, en última instancia, dañando sus hogares de coral.
“Es un baile constante entre asociaciones beneficiosas e interacciones dañinas”, dijo Stier. “Descifrar esta intrincada red de vida es fundamental si queremos proteger eficazmente los arrecifes de coral”.
Si bien abordar el cambio climático sigue siendo la solución definitiva para salvaguardar los arrecifes de coral, comprender la dinámica compleja entre los corales y sus residentes en miniatura podría ser crucial para ganar un tiempo precioso para estos ecosistemas vitales. Al identificar y proteger a los héroes, y mitigar el daño causado por los villanos, los científicos esperan inclinar la balanza a favor de la supervivencia de los arrecifes de coral.
Revista
Current Biology
Título del artículo
Cómo los peces e invertebrados impactan la resiliencia de los corales
Fecha de publicación del artículo
8-Jul-2024