¡Ovejas en la máquina: Entrenamiento para resonancias magnéticas sin dormir!

La resonancia magnética o RM es una técnica que se utiliza comúnmente para explorar los cerebros de las ovejas. Hasta ahora, solo se había realizado bajo anestesia general, para garantizar la inmovilidad del animal. Sin embargo, la anestesia provoca estrés y otros efectos secundarios negativos, además de poner en peligro el estudio de la actividad cerebral.

Un equipo de investigación de INRAE ​​ha desarrollado un protocolo de entrenamiento adaptado a las ovejas para poder realizar adquisiciones de resonancia magnética en animales despiertos, sin necesidad de sujeción. Para ello, los investigadores se basaron en trabajos previos con perros, que hasta ahora había sido la única especie animal capaz de llevar a cabo este tipo de protocolo. En la guardería de la unidad experimental de investigación de Fisiología Animal (UEPAO), ubicada en el centro de INRAE ​​Val de Loire en Nouzilly, los investigadores comenzaron una fase de familiarización tan pronto como nacieron los corderos. El objetivo era identificar qué animales eran más receptivos a ser acariciados o a que se colocaran objetos de espuma cerca de sus cabezas.

Después de seleccionar 10 corderos, se llevó a cabo una fase inicial de entrenamiento en la granja de ovejas de Nouzilly. El equipo de investigación entrenó a los animales para que subieran una rampa para llegar a un simulador de resonancia magnética y luego se tumbaran. A los corderos también se les enseñó a colocar sus cabezas en una bobina de resonancia magnética simulada.

Una vez que llegaron a la sala de resonancia magnética real, las ovejas pudieron reproducir el mismo comportamiento con mucha facilidad, pero tuvieron algunas dificultades para permanecer perfectamente inmóviles. Les llevó algunas semanas acostumbrarse a las vibraciones de la máquina y dejar de moverse durante unos minutos. En última instancia, las imágenes de resonancia magnética de sus cerebros fueron comparables a las obtenidas de ovejas anestesiadas, un objetivo que se logró inicialmente en 6 de las 10 ovejas entrenadas al momento de escribir este artículo, y desde entonces se ha logrado en 9 ovejas. El protocolo duró 9 meses, desde el nacimiento de los corderos hasta las primeras adquisiciones de resonancia magnética.

El éxito de este protocolo ya está abriendo nuevas vías de investigación en neuroimagen animal (por ejemplo, fMRI), ya que permite estudiar la función cerebral en animales despiertos. Actualmente se está llevando a cabo un estudio que analiza la activación de ciertas regiones cerebrales en relación con la audición, y es objeto de una tesis doctoral que se basa en este protocolo de entrenamiento. Este ejemplo de cooperación voluntaria entre el entrenador y la oveja ilustra la capacidad de aprendizaje del animal, y destaca la importancia de las relaciones humano-animal en el desarrollo de métodos innovadores. El estudio también abre nuevas posibilidades para entrenar a otros animales para realizar escáneres de resonancia magnética despiertos. Dichos métodos de entrenamiento podrían tener numerosas aplicaciones adicionales, en áreas como la esquila o la capacitación médica, cuando el animal aprende a colaborar durante la atención veterinaria.