El afán por la eficiencia del NHS pone en peligro la seguridad de los pacientes

En un artículo publicado hoy en The BMJ, la comisionada de seguridad del paciente, Henrietta Hughes, argumenta que “la implacable atención del NHS a las finanzas y la productividad está perjudicando la seguridad del paciente”.

“La anécdota del paciente es el canario en la mina de carbón”, dice. Es lo que nos dice que algo anda mal. Pero con demasiada frecuencia, escuchamos historias de pacientes que han planteado preocupaciones y han sido engañados, desestimados e ignorados”.

Hughes, médica de cabecera y ex directora médica del NHS de Inglaterra, se convirtió en la primera comisionada independiente de seguridad del paciente de Inglaterra en septiembre de 2022.

El puesto se creó tras una recomendación de una revisión realizada en 2020 que investigó tres escándalos médicos devastadores: las pruebas de embarazo hormonales que se cree que están relacionadas con defectos de nacimiento y abortos espontáneos; el valproato de sodio, un fármaco antiepiléptico que puede causar defectos de nacimiento cuando lo toman mujeres embarazadas; y los implantes de malla pélvica, que se han relacionado con complicaciones debilitantes.

Con demasiada frecuencia, los pacientes que planteaban preocupaciones eran descartados como “mujeres difíciles”, dice Hughes. “Esto muestra una actitud muy desdeñosa, anticuada y paternalista hacia los pacientes que han identificado problemas y necesitan que se escuchen sus voces”.

Las tres líneas de trabajo en las que Hughes se centra actualmente son: desarrollar un sistema de gestión de la seguridad, incluida una revisión del proceso de reclamaciones y la negligencia clínica; integrar la seguridad del paciente y la voz del paciente en todo el sistema sanitario; y garantizar que se escuchen las voces de los pacientes en su propia atención médica.

Pero mientras parte de este trabajo conduce directamente al cambio, otras víctimas de daños a los pacientes todavía esperan justicia.

Por ejemplo, Hughes señala que todavía nacen tres niños al mes de madres que toman valproato de sodio, a pesar del conocimiento de larga data sobre el daño que puede causar. Ella culpa de esto a la “naturaleza fragmentada de la atención primaria y secundaria, a los sistemas de atención comunitaria que no se comunican entre sí y a los pacientes que caen entre las grietas”.

Los trust del NHS que escuchan activamente a los pacientes tienen más probabilidades de hacerlo bien cuando se trata de apoyar a su personal también, dice Hughes, mientras que las organizaciones que trabajan junto con los proveedores, como los comisionados y los reguladores, también tienen un papel fundamental que desempeñar en la mejora de la cultura.

Hughes observa que está “nadando contra la corriente” cuando se trata de lograr un cambio cultural duradero, pero concluye: “La implacable atención a la productividad, las finanzas y el rendimiento realmente está perdiendo una gran oportunidad de empezar por los pacientes y empezar por la seguridad”.

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